domingo, 4 de marzo de 2012

Cierre.

La novela la continuaré escribiendo ya que me gusta terminar lo que empiezo y porque tengo una ilusión muy grande en hacerlo. El cierre no es definitivo no me voy de blogger totalmente pero si que no voy a escribir durante un período de tiempo...
Uno de los motivos ha sido que tengo que estudiar más de 2 examénes a la semana por día :)
Me despido, gracias por todo este tiempo y es más esta novela cuando haya sido concluido se volverá a crear otro blog :)
PDA: el blog sigue abierto pero me veo sin fuerzas para continuar, publicaré solo el vacaciones la próxima será a finales de este mes empezando abril y cada vez que lo haga esa misma semana publicare más de 10 capítulos aunque lo dicho no tengo ánimo.
Un beso a todas esas personas que lo han ido leyendo día a día, muchas gracias.




Capítulo 76. Super largoo.


Miércoles 29 de diciembre. 
Miranda le da vueltas a su cabeza pero no consigue llegar a ninguna conclusión, se esta volviendo loca. Primero se siente muy atraída por Antonio y se acuestan, después empieza a echar de menos a Antonio pero siente que quiere a Salva, es uno de los rompecabezas más difíciles, sobretodo cuando no sabes ni lo que sientes. O hay otra alternativa que realmente no se sienta nada por ninguno de los dos.
Verónica tiene unas ganas locas de que termine la semana, de alejarse del colegio y pasársela bien, salir, pero acompañada de él, aunque Verónica no depende de nadie nunca. No es una chica posesiva, pero si es muy celosa y esto le hace cometer muchos errores. Cada vez tiene más presente a su madre conforme se va a acercando el día de su cumpleaños, sus 16 años. Todos los años lo ha celebrado pero siempre para estas fechas no tenía novio, pero esta vez no le apetece una fiesta tan solo le gustaría estar con las personas que más ama en este mundo Sergio y su mamá. Se pone las botas y sale de la habitación.
Laura acaba de salir de la habitación, se rie ante las miradas de chicos desesperados por tan solo una noche de pasión, pero  no le interesa eso. No. Las palabras de Pablo la hicieron pensar, pero no piensa cambia, piensa seguir haciendo lo mismo de siempre. Aunque tiene que reconocer que Pablo tiene algo muy especial.
Ana llega con una gran sonrisa y se coge la silla que esta alado de Manuel.
-Manuel: no he parado de pensar en lo que me dijistes.
-Ana: ¿No te gusto? 
-Manuel: no es eso, pero quiero que sepas que yo no quiero que lo hagas por mi porque tu sabes que yo te esperaría todo lo que necesitaras.
-Ana: mira es que últimamente me siento no se más mujer y a veces tengo ganas, pero tengo miedo a …fallar a ser una inexperta en ese tema.
-Manuel: ambos tenemos las mismas posibilidades de decepcionar al otro pero esto se trata de vivirlo junto.
-Ana: eres muy lindo conmigo, ningún chico había sido tan especial conmigo como tu lo eres.
Laura lleva un rato observando a Sergio que raramente esta solo, Verónica esta con sus amigas, aunque Clara ni si quiera ha bajado a desayunar, piensa que es por ella, quizás la dejo un poco de lado pero es que…. Suena la sirena, gente que se alborota, mucho ruido para llegar a tiempo, Verónica se siente un poco decaída aunque no lo quiere mostrar, pero la nueva compañera Laura, estar peleada con su mejor amiga y no poder estar con su madre y pedirle consejos algo que nunca había echo.
Suena el timbre, Verónica ni si quiera lo espera va pensando en tantas cosas…, Sergio la coge por detrás, ella sonríe.
-Sergio: te veo muy triste, ¿Qué tienes?
-Verónica: pues nada cosas que hacen que me sientan mal.
-Sergio: cuéntame.
-Verónica: pues para empezar soy una tarada, ayer tuve una fuerte discusión con Clara, porque cree que soy una interesada y que vuelvo con mis amigas cuando tu no estas conmigo.
-Sergio: pero eso no es cierto… tu no eres a si, pero no quiero verte mal a mi me gusta verte sonreir.
-Verónica: a esto se suma lo de mi mamá.
-Sergio: mira ahí yo no puedo ni se como ayudarte, pero me tienes aquí para ayudarte..
-Verónica: ¿Lo dices en serio?
-Sergio: ¿Lo dudas?
-Verónica: a veces, bueno mentira yo se que tu no me quieres.
-Sergio: me tienes loco de tanto decirlo.
-Verónica: ya lo se pareces un disco rayado.
Se besan, Verónica se refugia y lo busca, lo abraza, Laura pasa por ahí.
-Laura: que preciosidad chicos, pero que mal que Sergio me acose.
-Verónica: ahora que inventas fresca.
-Laura: yo no soy ninguna fresca, niñata, es tu novio que por la noche se cuela en mi habitación y se queda mirándome.
Verónica se acerca a ella con tomas agresivas.
-Verónica: o te callas o no te va a quedar ni un pelo.
-Laura: te duele porque sabes que todo lo que digo es cierto porque sabes que una chica tan .. como tú nunca podría tener novio.
Verónica se lanza con toda su rabia la engacha del pelo, Sergio la coge, le levanta para separarlas, pero Verónica sigue chillando la besa, Laura muere de la rabia por no conseguir su objetivo se va…
-Verónica: ¿Por qué no me dejas decirle las verdad, es que es cierto?
-Sergio: mi amor tranquilízate… si en serio dudas de mi…
-Verónica: no perdón es que esa chica me saca de mis casillas quiere provocarme, hoy me separastes tu.
-Sergio: porque no disfrutamos de lo queda, no hables más de esa chica, no te merece la pena.
-Verónica: tienes razón no hay que darle más importancia, abrazame.
Y Sergio fiel a sus ordenes la abraza, su fuerte carácter la hace sufrir, pero no se arrepiente de haberle tirado de los pelos ni de nada de lo que hizo.
Pablo la persigue, ella se da cuenta y se para.
-Pablo: no se quien te crees para hacer lo que haces.
-Laura: yo no hago nada ni digo que no sea verdad.
-Pablo: yo de ti iria cambiando porque si no la vida te demostrara que no puedes jugar a si con los demás.
Pablo se va con un gesto enfado, las palabras que le dice siempre la hace pensar. Salva esta tumbado en el sofá últimamente su mayor problema es Miranda, su mayor complicacación ya no siente esa felicidad que se supone que siente dos personas enamoradas, ya la relación no trae nada bueno, aunque la perdono hoy se da cuenta de que tan solo fue para refugiarse y no ver lo que realmente pasa.  Anochece y todos duermen. El saber reconocer nuestras imperfecciones ya dice mucho de esas personas. 
Jueves 30 de noviembre.
Unas ganas locas de chillarle al mundo lo que siente, que es tan feliz cuando esta a su lado. Verónica se despierta muy enérgica, con ganas de ser feliz y no preocuparse por nada, aunque si que le gustaría arreglar lo de Clara el saber el porque se puso a si…
Se viste con la mayor rapidez que puede, Ana echa de menos a sus papas, ya no los ve como antes, echa de menos acurrucarse, tenerlos juntos ahora ninguno tienen tiempo tan si quiera para ella. Ella es una de esas chicas que le gusta que sus papás estén todo el día encima de ella y no quiere que esto cambie, aunque tenga novio sus papas van a seguir siendo igual de importantes.
Verónica lo coge por detrás, el la coge y la levanta con sus fuertes brazos, ella sonríe.
-Sergio: buenos días.
-Verónica: pero bajame, ¿No?
-Sergio: no quiero, quiero tenerte cogida a mi todo el día, ¿Me entiendes?
-Verónica: no, me gusta mucho que saques esta parte tuya.
El la besa con mucha pasión, el deseo de ambos se ha ido agrandando conforme pasan los días. Cada vez se sienten más y más unidos, es algo tan grande que parece imposible de destrozar, pero siempre hay personas que se entrometen y este es el caso de Laura. Laura los mira con desprecio pero a la vez con envidia, recuerda a su ex, cuanto lo ha podido echar de menos, ella giraba alrededor de él. Y todo se rompió el le puso el cuerno sin motivo alguno y ella comenzó a cambiar, se sumerge en sus pensamientos.
-Pablo: porque no piensas en ti y no tratas de ser feliz.
-Laura: yo soy muy feliz, o es que estas ciego.
-Pablo: porque no dejas que nadie te quiera?
-Laura: ¿Y quién me va a querer?
-Pablo: yo por ejemplo.  
-Laura: no digas babosadas y no me interrumpas.
-Pablo: que amargada que estas.
Pablo se va enfadado, le cabrea enormemente que ella sea a si, que no trate de ser feliz que se la pase molestando a los demás.
Suena el timbre, Ana sigue preocupada ni si quiera se ha acercado en todo lo que llevan de mañana a el, Verónica y Sergio no pueden despegarse ni un momento, ya no parecen dos parecen una persona. Suena la sirena, Ana recoge silenciosamente y se apresura a salir.
-Manuel: ¿Por qué llevas esa carita?
-Ana: no se que cara llevo.
-Manuel: ¿Estas enfadada, que te pasa?
-Ana: no perdón es que me apetece estar sola y que no me molesten.
-Manuel: ¿Yo te molesto?
-Ana: ahí  dejame Manuel en serio ahora no me apetece hablar.
-Manuel: porque una vez no seas el centro de atención no te va a pasar nada, pero no tienes motivos para hablarme a si.
-Ana: a mi me da igual todas esas tonterías me da igual lo que pienses.
-Manuel: tu a mi también me das igual, ¿Por qué no lo dejamos? Esa estas más tranquila.
Ana siente como su mundo vuelve a caer esa pregunta la esta matando, pero esta enfadada, siente que el no la comprende que no la necesita…
-Ana: si pues va a ser lo mejor, que tu te busques a otra que te de lo que quieres.
Ana sale corriendo, no aguanto y comienza a llorar, no sabe como han podido llegar a discutir sin motivo alguno, se arrepiente de haberle hablado mal. Pero no comprende el porque le digo todo aquello de llamar la atención piensa que  a lo mejor eso es lo que realmente piensa de ella. Esta dolida, tanto que no puede parar de llorar, Verónica entra con una gran sonrisa la mira tirada a la cama.
-Verónica: ¿Ahora que le hicistes a Manuel?
-Ana: no te metas en lo que no te importa, dejarme todos en paz.
Ana llora, pero las lagrimas no son ni una cuarta parte del dolor que siente, del miedo que siente a que todo lo que ha vivido con el se termine, pero ella no quiere pedir perdón el le dijo cosas muy feas.
Laura camina por los pasillos espera a tener el momento adecuado, por fin lo ve y esta solo que es aún mejor.
-Laura: hasta que por fin te veo.
-Sergio: ahora no me apetece verte que siempre me traes problemas.
-Laura: quería pedirte perdón y me gustaría hablar contigo.
Mientras, Verónica camina por los pasillo cuando por fin se cruza con Clara.
-Clara: me gustaría hablar contigo.
-Verónica: pues me has tenido buscándote un buen rato.
-Clara: quería pedirte perdón.
-Verónica: mira en ese momento fuiste burra pero ya esta. ¿Nos vamos al jardín?
-Clara: vaya una Verónica estas echa.
Laura va ganando cercanía con Sergio, lo provoca se sube la falda, Sergio evita mirarla otra vez esta tratando de que el caiga, esta provoca su mirada, Clara y Verónica caminan, Clara mira la escena trata de que Verónica no se volte, Verónica se voltea y lo ve ahí, ella le coge la cara a él y lo besa, el no responde trata de despegarse de sus labios, pero Verónica efectivamente lo ha visto, su cara cambia completamente.
-Clara: Verónica no te pongas mal.
-Verónica: yo no me pongo mal por estas cosas si esta muy claro, solo que mañana Sergio se va a enterar.
-Clara: ¿Qué vas a hacer? Mira te conozco y no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.  
Verónica aguanta las lagrimas aunque su rostro ya no esta igual, corre hacia su habitación comienza a llorar fuertemente y se chilla a si misma: que es una estúpida por confiar en el por creer en un chico de estas características, llora, él era lo que más quería y quiere, pero no puede más, estaban tan bien juntos que es imposible todo esto. Es tan duro perder a la persona que amas, perderla. No puede llora sin medida.
Sergio ha escuchado unos pasos corriendo y sabe a la perfección que son de ella, siente unas ganas tremendas de decirle cuatro cosas a Laura y no se piensa callar.
-Sergio: ya lograstes lo que querías, ole por ti. Pero no lo voy a permitir, yo la quiero sabes y no voy a dejar que arruines esto dejame en paz y no me hagas que te deje mal.
Verónica llora como una cria, Ana se refugia entre el edredón pero también llora, ambas han perdido lo más importante el amor.